El río de la cuenta de mi cuento por donde sube el agua y baja mi sombra.

Sobre un fondo del ocre al estilo romano, las sílabas de agua. Ondulación de sombras, visos, ecos, mis ojos tienen sed.El agua, aunque potable, no se bebe: se lee. Al sol del altiplano se evaporan los charcos. Entre los labios de las grietas:
la luz es agua, el agua tiempo diáfano donde los ojos lavan sus imágenes.

Frescor de agua en penumbra, ancestrales petates, luz trenzada, tarde lavada por la lluvia, luz recién salida del agua, el vaho femenino de las plantas. Lo sabía el azteca, lo adivinaba el griego: el agua es fuego y en su tránsito nosotros somos sólo llamaradas. en la corola de la hora absorta. Llama el sonido lleno de muros de agua, se hace y se deshace y es la misma. Son los sonidos del agua al bajar libres por río salvaje de tu vida.¡Oh rumor de agua lejana!

¿Sabes, cuando el agua suena, si es agua de cumbre o de mar? Suena a libertad y bravura