El Reino de Navarra fue uno de los reinos medievales de Europa situado en ambas vertientes de los Pirineos occidentales, pero con la mayor parte de su territorio localizado al sur de la cordillera pirenaica, en el norte de la península ibérica.

El Reino de Navarra no es sino la continuidad de una parte de los territorios del Reino de Pamplona-Nájera a manos de Sancho Ramírez de Aragón, quien se autoproclama rey de Navarra tras la muerte violenta de su hermano Sancho García IV de Navarra, uniendo los destinos de ambos territorios. Así ocurre durante sesenta años, entre 1076 y 1134.

En 1134, tras la muerte sin descendencia de Alfonso I El Batallador, Navarra consigue su independencia respecto a los aragoneses eligiendo como rey a García Ramírez V, El Restaurador (1134-1150), nieto de El Cid.