La fotografía de alimentos es posiblemente uno de los tipos de fotografía más desafiantes que existen. Al igual que pintar, comienzas con un lienzo en blanco y construyes. Capa sobre capa, construyes la foto hasta alcanzar el equilibrio perfecto entre realidad y arte.

Todo en la foto es una decisión. Cada pieza está perfectamente colocada por el fotógrafo.

Comenzar es frustrante, lo sé. Eres el chef, el estilista y el fotógrafo. Una vez que alcance la competencia técnica con la cámara, ¿qué sigue? He estado, y de muchas maneras todavía estoy, en esa posición. Entonces, ¿cómo puede mejorar su fotografía de alimentos más allá de lo básico? Trabajas en la historia.

Ya sea una fiesta después del cóctel perfecto o la receta casera de pollo asado en la granja, como todas las fotografías, estás contando historias.

Algunas sesiones son historias más complicadas que otras, y puede parecer mucho trabajo, pero en realidad no lo es.